Resumen
En este nuevo número de la Revista queremos celebrar con nuestros autores e investigadores en el campo de las ciencias sociales y humanidades dos gratas noticias. La primera, la inclusión de Análisis en la base de datos Redalyc, una de las más importantes en Iberoamérica en lo que al acceso abierto se refiere. Invitamos a los autores y lectores a registrarse en dicha plataforma y difundir y visibilizar los diferentes trabajos que allà se encuentran alojados. De este modo se confirma que el equipo editorial de la publicación sigue manteniendo una apuesta firme por la difusión de la investigación en humanidades en diferentes escenarios nacionales e internacionales.La segunda noticia atañe directamente al número que tienen a sus disposición —Prácticas de lectura y escritura: antropologÃa e historia de la lectura—: es un esfuerzo mancomunado con la Universidad Jorge Tadeo Lozano y el Instituto Caro y Cuervo. Las prácticas lectoras en Colombia han sido estudiadas, de manera recurrente, en escenarios pedagógicos o didácticos, pero son pocos los trabajos que hacen referencia a la relación entre lector, contexto y material legible. Los estudios de literacidad —que incluye la antropologÃa, la sociologÃa y la historia como parte de su sistema— abren nuevas rutas de estudio que se centran en el vÃnculo entre lectura y sociedad.En este número se considera, de manera esencial, que la lectura es un acto polÃtico atravesado por una serie de factores ideológicos, económicos y sociales que no pueden ni deben dejarse de lado a la hora de estudiar territorialidades lectoras, circulación, espacios lectores, procesos de aprendizaje y, claro, a los mismos lectores.Elementos centrales de estos trabajos son la categorÃa de acceso y los imaginarios que se tejen alrededor de la lectura y la escritura. Resulta imposible estudiar una comunidad lectora y sus prácticas sin comprender cuáles son los modos de relación con el cÃrculo de lo legible y sin preguntarse, en primer lugar, si cuenta con lugares para llevar a cabo procesos de aprendizaje o socialización de aquello que lee.En consecuencia, pensar en la relación vital entre la materialidad y el lector también nos lleva a consolidar varias preguntas alrededor de los programas estatales de promoción de lectura, los cuales, al parecer, presuponen un lector indeterminado, sin diferencias ni caracterÃsticas especÃficas. Por esta razón, este tipo de trabajos expresan el compromiso que la academia debe asumir como ente reflexivo y crÃtico de tales programas.Concebir la lectura y sus prácticas como un problema en sà mismo conlleva un trabajo de reconocimiento de todos los agentes invisibles en los acercamientos institucionales y cuya voz debe tomar el lugar que merece. Este número es, entonces, un escenario para escucharlos.Finalmente, los lectores e investigadores podrán encontrar en la Separata aquà incluida algunos temas que surgen de los diferentes horizontes investigativos de esta publicación: la literatura, la formación integral, el problema de la corrupción y la construcción de la ciudadanÃa en la escuela.