Construcción narrativa de relatos identitarios que favorecen la resiliencia en jóvenes con orientación homosexual
Resumen (es)
Este artículo tiene como objetivo presentar un ejercicio investigativo- interventivo que se centró en comprender la construcción narrativa de relatos identitarios que favorecen la resiliencia en jóvenes con orientación homosexual, a partir de la revisión teórica y de la práctica interventiva de las categorías relato identitario, crisis, orientación sexual, intervención narrativa y resiliencia. Para su desarrollo se empleó una investigación de tipo cualitativo, bajo un diseño de estudio de caso, con dos consultantes que asistieron a los Servicios de Atención Psicológica (IPS) de la Universidad Santo Tomás, donde su motivo de consulta se relacionaba con el malestar frente a su orientación homosexual.Las consultas se orientaron a la intervención narrativa dentro de espacios conversacionales reflexivos, favoreciendo la emergencia de relatos alternativos que permitieran la movilización y el cambio, transcritos para su posterior análisis. En los dos casos trabajados, la intervención narrativa favoreció la emergencia de relatos resilientes en el afrontamiento de situaciones narradas como críticas, co-construyendo relatos identitarios más enriquecidos y satisfactorios para los participantes.
Cómo citar
Construcción narrativa de relatos identitarios
que favorecen la resiliencia en jóvenes
con orientación homosexual*
Jenny Andrea Romero González**
Ángela María Rey Riveros***
Juan Carlos Fonseca Fonseca****
Recibido: 8 de febrero de 2012
Evaluado: 16 de marzo de 2012
Aceptado: 14 de abril de 2012
Resumen
Este artículo tiene como objetivo presentar un ejercicio investigativo-interventivo que se centró en comprender la construcción narrativa de relatos identitarios que favorecen la resiliencia en jóvenes con orientación homosexual, a partir de la revisión teórica y de la práctica interventiva de las categorías relato identitario, crisis, orientación sexual, intervención narrativa y resiliencia. Para su desarrollo se empleó una investigación de tipo cualitativo, bajo un diseño de estudio de caso, con dos consultantes que asistieron a los Servicios de Atención Psicológica (IPS) de la Universidad Santo Tomás, donde su motivo de consulta se relacionaba con el malestar frente a su orientación homosexual. Las consultas se orientaron a la intervención narrativa dentro de espacios conversacionales reflexivos, favoreciendo la emergencia de relatos alternativos que permitieran la movilización y el cambio, transcritos para su posterior análisis. En los dos casos trabajados, la intervención narrativa favoreció la emergencia de relatos resilientes en el afrontamiento de situaciones narradas como críticas, co-construyendo relatos identitarios más enriquecidos y satisfactorios para los participantes.
Palabras clave: relato identitario, crisis, orientación homosexual, intervención narrativa, resiliencia.
Narrative construction of identitarian stories that promote
resilience in young people with homosexual orientation
Abstract
The purpose of this article is to present a research-intervention exercise that was centered on understanding the narrative construction of identitarian stories that favor resilience in young people with homosexual orientation, from a theoretical review and intervention practice of the categories identitarian story, crisis, sexual orientation, narrative intervention and resilience. For its development a qualitative type of research was used, with a case study design, with two consulting individuals that attended the psychology counseling service (IPS) of the Universidad Santo Tomas, where the reason for consultation was related to the discomfort on their homosexual orientation. The consultations were oriented towards the narrative intervention within reflective conversations spaces, favoring the emergence of alternative stories that enable mobilization and change, transcribed for their subsequent analysis. In both cases worked, narrative intervention eased the emergence of resilient stories in facing situations narrated as critical, co-building richer and more satisfying identitarian stories for the participants.
Keywords: identity story, crisis, homosexual orientation, narrative intervention, resilience.
Introducción
El ser humano es un ser complejo caracterizado por su multidimensionalidad, que no se puede reducir solo a la psicología, sino que está inmerso en un contexto en el que construye diversas facetas que pueden ser estudiadas a través del diálogo entre diversas disciplinas. Acogiéndonos a la idea anterior, consideramos que la psicología compleja nos permite ampliar nuestra visión sobre el ser humano como un ser social, inmerso en un entramado relacional, construido a través del lenguaje.
Los diversos dilemas humanos que las personas construyen comunalmente como problemas y que son motivo para asistir a consulta nos llevan a ver la necesidad de generar espacios conversacionales en los que se co-construyan relatos identitarios alternos que favorezcan la resiliencia; consideramos que la intervención narrativa permite contar estas experiencias de otra manera, visualizando nuevas identidades narrativas, permitiendo la articulación de recursos y posibilitando la emergencia de la resiliencia1.
Los protagonistas de esta investigación-intervención son sujetos que acudieron a consulta a los Servicios de Atención Psicológica (IPS) de la Universidad Santo Tomás, donde su motivo de consulta se relacionaba con discursos dominantes acerca de su orientación sexual, lo que organizaba experiencias de malestar. Nos interesó trabajar con estos protagonistas puesto que recientemente se ha permitido la conformación pública de grupos LGTB, donde se ve la orientación sexual como un estilo de vida; sin embargo, existen diversos discursos privilegiados culturalmente que rechazan de diferentes maneras estas relaciones.
En este orden de ideas, consideramos que esta investigación adquiere sentido en la medida en que propone otras perspectivas y posibilidades más abarcadoras sobre la orientación homosexual, sin rótulos ni exclusiones, puesto que nos alejamos de intervenciones que utilizan las categorías de déficit y patología, posicionándose como conocimiento experto que excluye otras posturas. Como lo explica White (2002), las disciplinas profesionales producen conocimientos especializados que en ocasiones desvalorizan y descalifican los discursos populares y locales que son construidos en el núcleo de las comunidades, en el contexto inmediato de la vida cotidiana de las personas y no son considerados conocimientos legítimos dentro de la disciplina profesional.
No se pretende llegar al extremo de utilizar discursos disciplinares de “normalidad” con los consultantes frente a su orientación sexual, puesto que ellos han construido una experiencia de malestar con respecto a esta, por lo cual consideramos que no es conveniente desvalorizar estos sentimientos, ignorando las construcciones que emergen dentro de una cultura occidental en ocasiones excluyente. Lo que se pretende es legitimar las historias que dan sentido a las experiencias de las personas, co-construyendo relatos enriquecidos más favorables, que permitan nuevas maneras de construir realidades y forjar proyectos de vida.
Desde el abordaje propuesto, la intervención narrativa puede posibilitar afrontar situaciones relatadas como problema desde construcciones particulares de realidad, donde cada relato tiene valor, sentido y significado, reconociéndose y relacionándose como “personas”, y no con la etiqueta de “homosexual”, puesto que esta es solo una dimensión del ser y no su totalidad. Consideramos que el impacto de este ejercicio puede estar relacionado con romper paradigmas sobre la exclusión y discriminación que se han construido en el contexto cultural, así como la posibilidad de repensar los discursos dominantes que enmarcan experiencias de malestar.
Creemos que a partir de este ejercicio investigativo se puede llegar a ampliar las comprensiones y construcciones que se han realizado desde la perspectiva compleja sobre la orientación homosexual, dándole un mayor abordaje investigativo desde el paradigma sistémico, llegando a cuestionar las categorías que en ocasiones se utilizan para encasillar a las personas entre lo que es funcional y disfuncional, normal y anormal, saludable y patológico.
Por otro lado, consideramos este ejercicio como una oportunidad para cuestionar los manejos de poder en terapia. Como lo explica Pakman (1991, citado en Von Foerster, 1991), “¿no será lo que llamamos ‘poder’ el nombre de un contexto que permite que algunos de los miembros de un sistema definan qué va a ser validado como ‘realidad’ para todos los miembros del sistema?” (p. 86). De entrada puede existir una asimetría terapeuta-consultante; sin embargo, esta no debe ser una forma de privilegiar lo que se define como “real” por una parte del sistema terapéutico.
Como lo explican White y Epston (1993), al realizar un análisis de la propuesta de Foucault es importante ser cuidadosos en el momento de situar la práctica en los discursos de “verdad” de las disciplinas, los cuales realizan explicaciones de la realidad objetiva sobre la condición humana, por lo cual es importante evaluar constantemente nuestro accionar y no generar técnicas de poder que consoliden lo que es válido o verdadero para la persona.
Planteamiento del problema
Podemos hablar de diversos discursos dominantes y privilegiados socialmente, que contribuyen a la construcción de experiencias de malestar en las personas, obstaculizando la construcción de otras posibilidades más satisfactorias, en la medida en que invisibilizan o desconocen otros relatos alternativos que permitan afrontar las situaciones narradas como difíciles.
Según McNamee (1996), la idea de crisis, desde una perspectiva discursiva, se visualiza como un fenómeno construido comunalmente y no como un problema de la persona. Las diferentes orientaciones sexuales, como la homosexualidad, han sido consideradas en la historia como patologías, lo que representa formas privilegiadas del discurso y de cómo las construcciones modernistas de las instituciones sociales, como la terapia, sirven para mantener esta imagen de enfermedad. Es así como muchas veces las conversaciones entre el interventor y el consultante ayudan a construir y mantener la crisis de este último, aceptando interpretaciones culturalmente más centrales, proporcionando un espacio discursivo que limita la capacidad del consultante de conocer (construir) la realidad de otra manera, por ejemplo como homosexual.
En relación con los diversos discursos dominantes y privilegiados que se han construido sobre la homosexualidad, Bronx (1980) afirma que los datos históricos, referidos a la cultura occidental, muestran que en torno al tema existen reacciones de hostilidad y desprecio: “Moralmente se ha insistido siempre en el carácter perverso y anormal de la homosexualidad. Siempre se ha colocado en el terreno de las desviaciones sexuales, patológicas, una verdadera anomalía” (p. 85).
Sin embargo, en los últimos años la mayoría de los países de América Latina se han comprometido en desarrollar disposiciones legales que aseguren la igualdad de los derechos para sujetos con orientaciones sexuales diferentes a las normativas. En Colombia, por ejemplo, el reconocimiento de las parejas homosexuales como las heterosexuales fue tomada en cuenta por la Corte Constitucional a mediados de los años noventa; posteriormente, en 2006 el Senado aprobó un proyecto de ley que extiende todos los derechos, beneficios y deberes a las parejas homosexuales (Hernández, 2006, citada en Espinosa, 2008).
En relación con esto, creemos que estas transformaciones a nivel legal y social son acordes con los derechos y reconocimientos establecidos para la comunidad LGTB, desde hace décadas, en otras partes del mundo. Lo anterior hace pensar que América Latina está realizando una apertura a nuevas formas de relación, en un mundo globalizado donde cada vez más se legaliza y legitima el respeto a la libre expresión y la no discriminación de minorías sociales. Estos grupos LGTB se han encargado de luchar por sus derechos y ser reconocidos por toda la sociedad; tarea difícil, puesto que implica romper paradigmas a nivel cultural y social que establecen lo normativo y lo patológico, limitando variadas formas de relación. Al respecto, Anderson (1999) señala:
El pensamiento posmoderno avanza hacia un conocimiento como práctica discursiva; hacia una pluralidad de narrativas más locales, contextuales y fluidas; hacia una multiplicidad de enfoques para el análisis de temas como el conocimiento, la verdad, el lenguaje, la historia, la persona y el poder (p. 71).
De acuerdo con lo anterior, la intervención narrativa, ubicada en el pensamiento posmoderno y en las prácticas postestructuralistas, se aleja de esta imagen de patología, deconstruyendo discursos dominantes, cuestionando verdades absolutas y realidades fijas, dándole lugar a lo impredecible y legitimando la construcción social de la realidad. En relación con esto, White (2002) explica que las prácticas narrativas posibilitan la deconstrucción de formas de actuar y pensar dadas por sentadas, que moldean y toman posición sobre la vida de las personas, no se propone escapar de la cultura, sino negociar y renegociar las experiencias en función de modos de pensar y actuar alternativos, replanteando categorías usualmente utilizadas que descartan interpretaciones de los participantes, excluyendo los sistemas de interpretación y prácticas de negociación que posibilitan la construcción de significados compartidos.
Por último, es importante señalar que las estructuras de privilegio y las relaciones de dominación en psicoterapia marginan a las personas, manteniendo jerarquías de conocimiento que empoderan al terapeuta, al desconocer su experiencia de vida y sus prejuicios. Ejemplo de esto son las llamadas “terapias reparativas” (donde se pretende “volver” a la persona con orientación homosexual en heterosexual), las cuales representan un abordaje psicoterapéutico de la diversidad sexual humana que desconoce los alcances logrados con los derechos humanos y los derechos sexuales y reproductivos.
Sobre esta base, el fenómeno que hemos definido para este trabajo de investigación-intervención se expresa de la siguiente manera: “Construcción y reconstrucción narrativa de la identidad y su relación con la emergencia de resiliencia en situaciones de malestar con la orientación sexual”.
Teniendo en cuenta lo anterior, la pregunta problema de conocimiento que nos surge es: ¿cómo posibilita la intervención narrativa la co-construcción de relatos identitarios que favorezcan la emergencia de la resiliencia en adultos jóvenes homosexuales? Y las preguntas orientadoras relacionadas con la pregunta eje son: ¿cómo se comprende la construcción narrativa de la identidad?, ¿cómo se comprende la resiliencia desde la perspectiva sistémica constructivista-construccionista?, ¿cómo se concibe la orientación homosexual desde el paradigma de la complejidad? Y, finalmente, ¿de qué manera se relacionan los discursos dominantes acerca de la homosexualidad con la construcción de situaciones narradas como críticas?
Objetivos
Objetivo general
Comprender la construcción narrativa identitaria y su relación con procesos resilientes que permitan afrontar situaciones narradas como críticas, co-construyendo relatos identitarios más satisfactorios en adultos jóvenes con orientación sexual homosexual que acuden a los consultorios psicológicos IPS de la Universidad Santo Tomás.
Objetivos específicos
- Comprender la construcción de las situaciones narradas como críticas en el marco de los relatos identitarios.
- Identificar los posibles discursos dominantes que las personas relatan en consulta y que pueden favorecer un marco de experiencias críticas en los relatos identitarios.
- Comprender los procesos resilientes que permiten articular recursos a través de la intervención narrativa.
- Comprender la relación entre la construcción de relatos identitarios y la resiliencia en el marco de la intervención narrativa.
Marco epistemológico y paradigmático
Realizamos esta investigación-intervención en articulación con el paradigma de la complejidad, el construccionismo social, el constructivismo y la cibernética de segundo orden. La investigación estuvo enmarcada en el paradigma sistémico, el cual tiene en cuenta “elementos de la teoría general de los sistemas, de la cibernética de segundo orden, de la teoría de la comunicación y del paradigma de la complejidad” (Castañeda, Abreo y Parra, 2004, p. 35). De este modo, nos alejamos de lo lineal y lo causal para encaminarnos en lo circular, en lo subjetivo y, particularmente, en la construcción de la realidad, comprendiendo al ser humano en las conexiones, relaciones, redes y formas de vinculación que construye con los otros, inmerso en contextos sociales y culturales donde socializa y configura su experiencia.
Marco disciplinar
Figura 1. Mapa del marco disciplinar
Fuente: autores
A continuación precisaremos de forma breve las construcciones acerca de cada uno de los conceptos trabajados en este marco:
- Relato identitario: es el relato del yo, una narración que se construye en primera persona definiendo la identidad del sujeto (sí mismo) a partir de sus recuerdos y percepciones de la vida, los diferentes roles que desempeña en diversos contextos y sus relaciones sociales (Payne, 2002).
- Crisis: es una experiencia límite, al margen de cánones aceptados socialmente, lo que implica una reconstrucción de la identidad como fuera de la normalidad; aspecto que representa malestar para la persona, en tanto que participa en formas centralizadas y colectiva de discurso (McNamee, 1996).
- Orientación sexual: es la organización del erotismo y el vínculo emocional de una persona en relación con el género de la pareja involucrada en la actividad sexual. Esta se manifiesta en comportamientos, pensamientos, fantasías o deseos sexuales o en una combinación de estos (Giraldo, 2002).
- Intervención narrativa: proceso a través del cual el interventor y consultante establecen un diálogo, con el fin de poner en práctica algunas estrategias que favorezcan la reconstrucción de historias en relación con las narraciones sobre crisis y la emergencia de historias alternativas.
- Resiliencia: es la capacidad del sujeto para recuperarse de las dificultades, fortalecido y dueño de mayores recursos; es un proceso dinámico de resistencia y crecimiento como respuesta a las crisis y desafíos de la vida (Walsh, 2004).
Marco metodológico
Este ejercicio investigativo e interventivo está enmarcado en la investigación cualitativa sobre la base de la cibernética de segundo orden. El tipo de estudio que se realiza es un estudio de caso. La investigación cualitativa, como lo explica Bonilla (1989, citada en Bonilla y Rodríguez, 1997), intenta hacer una aproximación amplia a las situaciones sociales, con el fin de explorarlas, describirlas y comprenderlas, a partir de los conocimientos de las diferentes personas involucradas en ellas. Esto implica que los individuos interactúan con los otros miembros de su contexto social, compartiendo el significado y el conocimiento que tienen de sí mismos y del mundo.
Estrategias y técnica
Escenarios conversacionales reflexivos
Se realizó la construcción de escenarios conversacionales reflexivos que posibilitaron la comprensión y deconstrucción de relatos identitarios que obstaculizaban la emergencia de relatos resilientes. Los escenarios conversacionales reflexivos son definidos por Cañón, Noreña y Peláez (2004) como espacios simbólico-relacionales, a través de los cuales las personas que participan en la investigación construyen diálogos que favorecen la conexión de acciones y significados en relación con las interacciones que se desarrollan en el lenguaje, comprometiendo la historia de los actores sociales y sus posibilidades en la conversación.
Por su parte, Estupiñán, González y Serna (2006) explican que en estos escenarios se construye un espacio de diálogo entre los participantes y los investigadores-interventores, donde emerge un nuevo flujo de conversación y en el que todos interactúan con marcos más amplios de relatos sobre el pasado, presente y futuro. Estos permiten organizar la interacción conversacional para la construcción de relatos posibilitadores, la reconfiguración de las experiencias y dar paso a nuevas formas de acción y relación. También facilitan “la identificación y comprensión de los procesos relacionales-conversacionales (lingüísticos-cognitivos-emocionales-pragmáticos) y contextuales que estructuran el proceso narrativo conversacional (los procesos y contextos de la práctica y el cambio narrativo)” (Estupiñán, González y Serna, 2006, p. 25).
Análisis de contenido
Se trabajó con la metodología de análisis de contenido a partir de la transcripción de los encuentros en el contexto de intervención (Servicios de Atención Psicológica de la Universidad Santo Tomás), orientado a comprensiones narrativas identitarias en relación con situaciones narradas como críticas, teniendo en cuenta las categorías relato identitario, resiliencia, intervención narrativa, crisis y orientación homosexual.
Contexto y participantes
Esta investigación se llevó a cabo en los Servicios de Atención Psicológica de la Universidad Santo Tomás, que prestan atención psicológica a diversos usuarios que solicitan intervención clínica; también le sirven a los estudiantes como espacio de formación en sus prácticas profesionales. Por otro lado, la investigación/intervención estuvo articulada con el proyecto de investigación-intervención docente: “Relatos identitarios y afrontamiento en situaciones de crisis”, perteneciente al campo de formación integral Psicología, Familia y Escenarios de Cambio.
Los participantes del presente trabajo fueron adultos jóvenes con orientación homosexual que acudieron a consulta. Su motivo se relacionaba con discursos dominantes acerca de su orientación sexual, configurando así experiencias de malestar. Se abordaron dos casos que se contextualizan a continuación.
Primer caso: “Daniel”
Figura 2. Genograma del caso 1: “Daniel”
Fuente: autores
Gloria, madre de Daniel, es la persona que llama a pedir la consulta. El motivo que ella relató fue: “Mi hijo Daniel es homosexual, hace dos años me enteré y no he sabido cómo manejar la situación; él tiene muy baja autoestima y sufre mucho, temo que algo malo le vaya a pasar”. Conversando con Daniel, explicaba que para él había sido muy duro que su familia se enterara; desde ahí la autoridad que tenía en la casa se desvaneció, se sentía discriminado y rechazado, especialmente por uno de sus hermanos. Narraba que siempre había dado todo por su familia y había dejado de pensar en él, en sus proyectos, metas y gustos. Sentía que tenía “problemas de autoestima” y que se le dificultaba relacionarse con los demás.
El sistema familiar está compuesto principalmente por los padres: Gonzalo y Gloria; ella refiere tener una buena relación con su esposo, la cual se ha fortalecido a través de los años; además de los padres, en esta familia hay cinco hijos hombres: Daniel, Camilo, Julián, Diego y Miguel. Daniel definía las relaciones con su padre y con sus hermanos como distantes; sin embargo, con uno de sus hermanos, Julián, la definía como conflictiva y distante, por cuenta de su orientación sexual. Percibía la relación con su madre como cercana y armoniosa.
Los objetivos terapéuticos que se construyeron en sesión con Daniel fueron principalmente tres: aceptación de su orientación homosexual, reconstrucción de su proyecto de vida, teniendo en cuenta sus sueños e intereses, y aumento de su autoestima, pues él percibía que era un aspecto para fortalecer. Se realizaron siete sesiones y el caso se cerró por el cumplimiento de objetivos propuestos.
Segundo caso: “Carlos”
Figura 3. Genograma del caso 2: “Carlos”
Fuente: autores
La recepción del caso fue telefónica. El motivo de la consulta planteado por Carlos fue “problemas emocionales, demasiada depresión, conflicto de identidad sexual… Esto me trae problemas”. Decía que esta identidad la había tenido siempre, no reportaba ayuda psicológica previa y nadie sabía de su motivo de consulta. En el primer encuentro planteó como motivo de consulta: “Tengo tendencias homosexuales…, pero no las quiero aceptar”. Carlos es de Vélez, Santander, tiene tres hermanos: uno mayor de 35 años, que es hermano solo por parte de mamá; los otros dos son menores: una hermana de 27 años que está casada y tiene una hija y otro hermano de 20 años que es soltero. Su madre falleció hace aproximadamente 10 años. Su padre tiene 56 años y se dedica a cuidar su propia finca. Señala que tiene buena relación con los miembros de su familia, menos con su hermanastro mayor, con el cual no tiene comunicación alguna.
Los objetivos que se acordaron con Carlos fueron: trabajar sobre su autoestima, considerada baja, disminuir el malestar que le producían las “tendencias homosexuales” y visibilizar los recursos que posee. Se realizaron doce sesiones y el caso se cerró por el cumplimiento de los objetivos propuestos.
Resultados
Para la comprensión de los dos casos anteriormente señalados se realizó la categorización del contenido de cada una de las sesiones realizadas con los consultantes, con el fin de facilitar el análisis posterior y la comprensión de estos casos. Para ello se utilizaron dos modelos de matrices: una con las transcripciones de los encuentros y otra que incluye las categorías y la interpretación. A continuación se presentan las comprensiones que emergieron en la elaboración de las matrices.
Caso 1: “Daniel”
Relato identitario
Daniel llega a consulta con un relato saturado por el problema, el cual se muestra desde el motivo de consulta y la definición de los objetivos interventivos, donde señala que él se ha dejado de lado por su preocupación constante por la familia. Este relato saturado por el problema contempla algunos discursos dominantes que organizan la experiencia de Daniel, contribuyendo a la visión que él tiene de sí mismo, sus fortalezas y debilidades (Payne, 2002).
Daniel define como parte del problema su orientación homosexual, articulándola como parte de su relato identitario, puesto que también los demás la articulan como algo predominante en el relato sobre él. En el transcurso del proceso interventivo emergieron narrativas alternas sobre su relato identitario y la articulación de la orientación homosexual como una parte de este, es decir, descentralizándola de su identidad, mas no como una totalidad que lo define como persona. Para Payne (2002), los relatos del yo suelen ser “ralos”, y la exploración de estos puede llevar a narrativas más nutridas y apegadas a la experiencia, resaltando el conocimiento local de las personas a través del cual ven su vida con mayor perspectiva, re-significan sus problemas, reconstruyen sus identidades en términos más favorables y se esfuerzan por aproximarse a sus metas redescubiertas.
Crisis
Daniel empieza a narrarse en conflicto cuando su familia se entera de su orientación sexual, puesto que es algo que para él y para ellos no es normal y es socialmente rechazado. La narrativa de crisis de Daniel se presentó en los primeros encuentros; luego esta fue cambiando a medida que emergían relatos alternos sobre sí mismo y su situación. Según Goffman (1963), cuando una persona decide ocultar su “estigma” (en este caso su orientación sexual) y lo hace hacia las personas más cercanas, este adquiere un significado más profundo, puesto que afecta la situación social presente, así como las relaciones establecidas. De este modo, el estigma y los esfuerzos por ocultarlo o corregirlo se convierten en parte de la identidad personal.
En cuanto al relato de Gloria, se puede visualizar una saturación de la narrativa por el problema, donde al articular el acontecimiento, en este caso la orientación homosexual de su hijo, re-construye su historia, en especial su pasado, dándose una ruptura en la continuidad narrativa y restableciéndose con nuevas significaciones. Gloria, al tratar de dar una explicación a la orientación sexual de su hijo, da nuevos sentidos a acciones que realizó en el pasado.
El cambio en las narrativas y sus movilizaciones está dado en términos de lo que es importante y válido para los consultantes, reorganizando y reconstruyendo su experiencia de malestar a partir de las construcciones que emergieron en la intervención.
Orientación sexual
Para Daniel y su familia, la orientación homosexual se convirtió en un tema central de malestar, puesto que a partir del momento en el que se enteraron, las relaciones empezaron a cambiar; asimismo, existen diferentes prejuicios sociales y culturales sobre la orientación homosexual que organizan experiencias insatisfactorias en sus vidas.
En relación con los prejuicios y los discursos dominantes, se han construido diversos mitos sobre las implicaciones de la orientación homosexual, las cuales se han articulado en las narrativas de Daniel y sus familiares. Faur (2004) señala que la discriminación hacia las personas con orientación homosexual se basó principalmente en su consideración como hombres “femeninos”, lo que dentro de un paradigma de relaciones de género era concebido como una masculinidad de segunda calidad. Dentro de estos discursos dominantes se considera que la homofobia influye en la llamada “dominación masculina”, al establecer una superioridad simbólica de lo “masculino” frente a lo “femenino”.
Hacia el final del proceso, Daniel empieza a incluir en su relato narraciones alternas sobre su orientación homosexual, significándola de forma diferente.
Intervención narrativa
El proceso interventivo con Daniel se fundamentó en una propuesta narrativa, en la que el manejo del lenguaje es muy importante, evitando juegos de poder donde se pueda llegar a descalificar los conocimientos locales de las personas y su experiencia de malestar. Para esto, se trabajaron diversas técnicas que facilitaron la externalización del problema.
En las primeras sesiones, las preguntas estaban encaminadas a favorecer un relato más amplio de la descripción saturada del problema, así como a explorar posibles indicios de relatos alternos que contradijeran el relato inicial. Entre las prácticas que se llevaron a cabo en el proceso se encuentran el uso de documentos terapéuticos, principalmente realizados por los consultantes, uso del lenguaje externalizador, bautizar el problema, tener en cuenta aspectos políticos y sociales, juego de roles, uso de metáforas, entre otras.
Resiliencia
Los relatos resilientes empiezan a emerger, desde nuestro punto de vista, a partir del quinto encuentro, donde Daniel señala otras perspectivas acerca algunas dificultades que se han presentado en su vida, contemplando dimensiones que antes no había tenido en cuenta.
Caso 2: “Carlos”
Relato identitario
Carlos llegó a consulta con un relato saturado por el problema, en el cual señalaba que sentía malestar por lo que él definía como “tendencias homosexuales”, puesto que sentía que estaba haciendo algo indebido, lo cual era un pecado; además sentía que esta atracción chocaba con su perspectiva vital: casarse por la iglesia y tener hijos. Carlos mostraba dificultad para articular otros elementos de su relato identitario, resaltando en ocasiones su orientación sexual. Desde nuestro punto de vista, en la cuarta sesión empezaron a emerger relatos alternos sobre su identidad. En el transcurso del proceso emergieron relatos alternos que reconfiguraron su identidad, lo que le permitió contemplar otras posibilidades en su vida y en su ser.
Crisis
Carlos narraba sentir malestar por los diferentes acercamientos que había tenido con los hombres, en especial con Diego, con el que tuvo relaciones sexuales; asimismo, sentía que esto dificultaba su proyecto de vida, en el cual contemplaba compartir su vida con una mujer. Carlos narraba como internas las “tendencias homosexuales”, consideradas por él como una dificultad en su vida, sintiendo que había algo en él que estaba mal y que debía cambiar.
Orientación sexual
El principal malestar de Carlos era la orientación homosuxual, y en un principio quería “quitársela”; posteriormente quería aceptarla sin que eso implicara llevar una relación con un hombre, puesto que la consideraba como un pecado, una enfermedad, algo patológico, que no estaba bien visto por Dios. En el transcurso de las sesiones, Carlos señaló diversos mitos acerca del origen y las implicaciones sobre la orientación homosexual y en ocasiones también llegó a cuestionarlos, facilitando la deconstrucción y la emergencia de relatos en los que Carlos señala los efectos que tendría en sus relaciones el hecho de que personas de su entorno se enteraran de su orientación sexual.
En la intervención, la generación de relatos alternativos permiten construir nuevos significados que las personas experimentan como más satisfactorios, útiles y abiertos a múltiples finales (Payne, 2002).
Intervención narrativa
En el transcurso de las sesiones, un aspecto importante a tener en cuenta fue el lenguaje, encaminado a deconstruir los diversos mitos acerca de la orientación homosexual que Carlos traía a consulta, los cuales le generaban malestar. Se trabajaron diversas prácticas interventivas que se enmarcaban en la intención de externalizar el problema, separándolo de la identidad de Carlos.
Las primeras sesiones se centraron en profundizar en la descripción saturada del problema, explorando los efectos que ha tenido en la vida de Carlos y los efectos que Carlos ha tenido en la vida del problema, para posibilitar la emergencia de relatos alternos que pudieran contradecir el relato saturado por el problema y articular recursos que permitieran contemplar otras posibilidades.
Dentro de las prácticas que se manejaron en las sesiones se encuentra el uso de testigos externos, remembrar, narrar y renarrar, preguntas de influencia relativa, bautizo del problema, lenguaje externalizador, juego de roles, tener en cuenta aspectos políticos y sociales, entre otras, las cuales favorecieron la externalización del problema.
Resiliencia
La resiliencia puede comprenderse como un proceso de resistencia y aprendizaje frente a las dificultades de la vida, donde la persona logra percibir y experimentar otras dimensiones de su existencia que antes no había tenido en cuenta. Considerando lo anterior, desde el momento en que Carlos bautizó el problema, empezaron a emerger relatos resilientes que mostraban una postura diferente frente a la vida y su orientación sexual.
Comprensión integradora
Comprender las identidades como construcciones sociales lingüísticas implica trascender las perspectivas que se centran en el concepto de rasgo, como atributo descontextualizado y definitorio de las personas. Las narrativas que configuran las identidades son contextuales, históricas y constantemente cambiantes, por lo que dan cuenta de historias y no de rasgos específicos. Las historias adquieren, en la interacción, diferentes matices y no puede hablarse de características invariables. En este sentido, una orientación homosexual solo sería una parte de una historia acerca de la vida de una persona, pero no su característica definitoria, como tampoco lo sería su ocupación, su filiación política, su raza, su sistema de creencias, etc., aunque comprendemos que todos estos aspectos y muchos otros hacen parte de una identidad en constante desarrollo y construcción.
Si bien las formas centralizadas de discurso (McNamee, 1996) acerca de la homosexualidad pueden comprenderlas aún como una alteración, suponemos que dentro de la disciplina psicológica nos alejamos de esta idea desde que la homosexualidad fuera eliminada del DSM-III-R en 1988 (Alarcón, 1995). No obstante, si una persona narra algunos apartes de su historia de vida en esos términos, es posible también que comience a narrarse en crisis, al participar en comunidades lingüísticas que construyen su realidad desde la perspectiva dominante.
Como suele ocurrir con los diagnósticos nosológicos, que reducen la identidad a la categoría elegida para dar cuenta de la condición de una persona, la homosexualidad pasa a convertirse en el rótulo que invisibiliza otras áreas de la vida de los sujetos, asumiéndose la identidad como restringida por los términos de las narrativas dominantes. La experiencia, en estos casos, puede llegar a ser de intenso malestar.
Cuando la identidad es reducida a una sola palabra con fuertes connotaciones negativas dentro de algunos contextos sociales, la experiencia se ve limitada al sufrimiento y a la imposibilidad de participar en conversaciones que puedan legitimar y validar otras comprensiones mucho más satisfactorias. Se consolida entonces el contexto en el que emerge la crisis.
Sumado a lo anterior, el afrontamiento de la dificultad se organiza también desde esta perspectiva deficitaria, puesto que si el problema es la identidad y si esta se comprende, además, de una manera rígida, quedan pocas opciones para llevar a cabo un afrontamiento resiliente. La imposibilidad de organizar acciones concretas de afrontamiento mantiene, a su vez, las comprensiones acerca de la “gravedad” de la “alteración”, lo que restringe aún más la identidad.
En este sentido, puede afirmarse que los términos patologizantes, al comprender la homosexualidad como una anormalidad y al plantear su eliminación como único camino posible para el bienestar, implican un estancamiento en la construcción (y re-construcción) de las historias de vida y en la configuración generativa de la experiencia, manteniéndola en términos de malestar emocional.
Es así como vemos relatos de los participantes que se centran en la homosexualidad como problema y como característica definitoria de sus identidades, presentándose como versiones ralas o saturadas (White y Epston, 1993; Payne, 2000) que no permiten la articulación de capacidades y recursos para el afrontamiento, ni amplían la perspectiva vital más allá de la eliminación del “problema” de ser homosexual.
La identidad queda, entonces, restringida a un rótulo que pretende eliminar la dimensión temporal de los fenómenos humanos, por lo que las historias parecen detenerse o intentar avanzar casi exclusivamente en la dirección de la eliminación de la “anormalidad”. Esto último implica llevar a cabo una serie de intentos, muchas veces infructuosos por cambiar una dimensión vital que se ha entendido como la totalidad de la narración identitaria, aspecto que puede obstaculizar el desarrollo de otras áreas, permitiendo la configuración de la experiencia en términos de malestar, estancamiento y restricción de las posibilidades y caminos a seguir.
Desde esta comprensión, no resulta fácil hablar de resiliencia, puesto que lo que se construye como dificultad vital es una dimensión de la identidad, narrada como la totalidad de esta. Si entendemos la resiliencia como la capacidad del sujeto para recobrarse de las dificultades (Walsh, 2004), comprendemos lo difícil que puede ser “recobrarse” de una identidad significada como problemática y, en ocasiones, inmutable.
En relación con lo anterior, desde el pensamiento sistémico comprendemos que los fenómenos humanos emergen en relaciones y en contextos particulares, asumiendo, por tanto, que los llamados problemas no son exclusivos de las personas, sino de las relaciones que los organizan (y que son organizadas por estos). En este mismo sentido, se plantea que las “soluciones” emergen también de manera contextual, por lo que los procesos de cambio no se comprenden como resultado de características individuales solamente, sino como movimientos de autoorganización posibilitadora de los sistemas que configuraban relacionalmente los problemas.
Al retomar este planteamiento en conexión con la resiliencia, emerge la comprensión de esta como una construcción social; propuesta que nos aleja de las perspectivas que se centran exclusivamente en factores de orden individual. Entender la resiliencia en estos términos implica cuestionamientos frente a las formas de relación en los contextos de intervención y, específicamente en términos narrativos, las formas de conversar y de co-construir historias con los consultantes.
Sobre esta base, planteamos que la intervención de los casos trabajados implicaba la co-construcción de escenarios diferentes de conversación en los que las prácticas discursivas no estuvieran orientadas al mantenimiento de la patologización de la homosexualidad, sino que abrieran posibilidades de significación que legitimaran otras experiencias de la vida de los consultantes, de manera que se contradecía la versión dominante que organizaba el malestar o, al menos, se complementaba la historia saturada. En este sentido, la nueva historia que emergió en los escenarios conversacionales posibilitó la articulación de recursos y capacidades, invisibilizadas antes por las versiones dominantes, en una re-construcción identitaria que trasciende la homosexualidad como totalidad de la vida, para convertirse en solo un aspecto dentro de una riqueza experiencial más amplia.
Esta nueva historia permite, además, articular un futuro que no se limita a la eliminación del “problema”, sino que incluye proyectos y metas vitales que, a su vez, se encuentran soportados por los recursos que son ahora reconocidos dentro de estas narraciones alternas. Esta identidad re-construida y fortalecida invita a los consultantes a posicionarse de manera distinta frente a la vida en los contextos en los que participan, transformando recursivamente las relaciones con otros.
1 Si bien este concepto proviene de la ingeniería, es retomado por la psicología, en especial desde lógicas construccionistas, como metáfora para comprender la capacidad de los sujetos para recuperarse y crecer a partir de situaciones construidas socialmente como críticas.
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