Los grupos de discusión como estrategia para el estudio de la subjetividad de los movimientos sociales. El caso de un colectivo anarco-punk de la ciudad de Aguascalientes, México
The discussion groups as a strategy for the study of the subjectivity of social movements. The case of an anarcho-punk collective from the city of Aguascalientes, México
Resumen (es)
En el presente artículo se expone una estrategia metodológica para el estudio de la subjetividad en los movimientos sociales. Se trata de una propuesta de grupo de discusión que se fundamenta con bases teóricas y epistemológicas de la reconstrucción articulada y la teoría zemelmiana. El grupo de discusión fue realizado con un colectivo juvenil que se autodenomina como “anarco-punk” de la ciudad de Aguascalientes, México, con el que se exploraron, en una agrupación social concreta, tres elementos constitutivos de la subjetividad social: necesidades, experiencia y utopía. El grupo de discusión coadyuvó a que la agrupación sistematizara sus conocimientos sobre las problemáticas sociales, visualizara sus potencialidades de acción y el panorama político ante el que se enfrenta, de tal manera que se planteen proyectos viables que coadyuven a alcanzar sus metas. Se encontró un vínculo entre las culturas juveniles y los llamados nuevos movimientos sociales.
Resumen (en)
The present article exposes a methodological strategy for the study of subjectivity in social movements. It is a discussion group proposal that is based on theoretical and epistemological bases of the articulated reconstruction and the Zemelman theory. The discussion group was applied with a youth collective that calls itself “anarcho-punk” from the city of Aguascalientes, Mexico. Three constituent elements of social subjectivity were explored: needs, experience and utopia. The discussion group helped the collective to systematize their knowledge about social problems, visualize their potential for action and the political landscape that they face, so they can build viable projects that help them reach their goals. A connection was found between youth cultures and the so-called new social movements.
Referencias
Barbour, R. (2013). Los grupos de discusión en investigación cualitativa (1a. ed.). Madrid, España: Ediciones Morata.
Chávez Méndez, M. G. (2001). Reflexión metodológica sobre la técnica del grupo de discusión en relación al discurso social común sobre construido por niños, jóvenes, adultos y adultos de la tercera edad en Colima. Universidad de Colima, México.
Costa, P.-O., Pérez Tornero, J. M., y Tropea, F. (1996). Tribus urbanas: el ansia de identidad juvenil entre el culto a la imagen y la autoafirmación a través de la violencia. Barcelona, España: Paidós.
Feixa, C., y Nofre, J. (2012). Culturas juveniles. Sociopedia.isa. https://doi.org/10.1177/205684601291
García Canclini, N., Cruces, F., y Urteaga Castro Pozo, M. (2012). Jóvenes, culturas urbanas y redes digitales: prácticas emergentes en las artes, las editoriales y la música. Barcelona, España: Fundación Telefónica.
Garza Toledo, E. de la. (1989). Un paradigma para el análisis de la clase obrera. México D. F., México: Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa, División de Ciencias Sociales y Humanidades.
Garza Toledo, E. de la. (2006). Tratado latinoamericano de sociología (1a. ed.). Barcelona, España: Anthropos.
Marcial, R. (1997). Jóvenes y presencia colectiva: introducción al estudio de las culturas juveniles del siglo XX. Zapopan, México: El Colegio de Jalisco.
Marx, K. (1970). Tesis sobre Feuerbach y otros escritos filosóficos. México D. F., México: Grijalbo.
Marx, K. (1971). Elementos fundamentales para la crítica de la economía política: (borrador) 1857-1858. Buenos Aires, Argentina: Siglo Veintiuno Editores.
Morduchowicz, R. (2013). Los adolescentes del siglo XXI. Los consumos culturales en un mundo de pantallas. Buenos Aires, Argentina: Fondo de Cultura Económica.
Reguillo Cruz, R. (2000). Emergencia de cultura juveniles. Estrategias del desencanto. Buenos Aires, Argentina: Grupo Editorial Norma.
Reguillo Cruz, R. (2012). Culturas juveniles: formas políticas del desencanto. Avellaneda, Argentina: Siglo Veintiuno Editores.
Touraine, A. (1997). ¿Podremos vivir juntos? iguales y diferentes. México D. F., México: Fondo de Cultura Económica.
Zemelman, H. (1987). Uso crítico de la teoría: en torno en las funciones analíticas de la totalidad. México D. F., México: Universidad de las Naciones Unidas, El Colegio de México. DOI: https://doi.org/10.2307/j.ctv26d982
Zemelman, H. (2000). Subjetividad, umbrales del pensamiento social. En E. León y H. Zemelman (Eds.). Barcelona, España: Anthropos.
Cómo citar
Los grupos de discusión como estrategia para el estudio de la subjetividad de los movimientos sociales. El caso de un colectivo anarco-punk de la ciudad de Aguascalientes, México[1]
The discussion groups as a strategy for the study of the subjectivity of social movements. fte case of an anarcho-punk collective from the city of Aguascalientes, México
Héctor Manuel Rodríguez Figueroa[2]
Universidad Autónoma de Aguascalientes, México
https://orcid.org/0000-0003-1314-4073
Para citar este artículo
Rodríguez Figueroa, H. M. (2019). Los grupos de discusión como estrategia para el estudio de la subjetividad de los movimientos sociales. El caso de un colectivo anarco-punk de la ciudad de Aguascalientes, México. Campos en Ciencias Sociales, 7(1), 43-76. DOI: https://doi.org/10.15332/25006681.4697
Fecha de recepción: 30 de septiembre de 2018 |Fecha de aceptación: 22 de noviembre de 2018
Resumen
En el presente artículo se expone una estrategia metodológica para el estudio de la subjetividad en los movimientos sociales. Se trata de una propuesta de grupo de discusión que se fundamenta con bases teóricas y epistemológicas de la reconstrucción articulada y la teoría zemelmiana. El grupo de discusión fue realizado con un colectivo juvenil que se autodenomina como “anarco-punk” de la ciudad de Aguascalientes, México, con el que se exploraron, en una agrupación social concreta, tres elementos constitutivos de la subjetividad social: necesidades, experiencia y utopía. El grupo de discusión coadyuvó a que la agrupación sistematizara sus conocimientos sobre las problemáticas sociales, visualizara sus potencialidades de acción y el panorama político ante el que se enfrenta, de tal manera que se planteen proyectos viables que coadyuven a alcanzar sus metas. Se encontró un vínculo entre las culturas juveniles y los llamados nuevos movimientos sociales.
Palabras clave: análisis cualitativo, estudio de caso, movimiento juvenil, movimientos sociales.
Abstract
The present article exposes a methodological strategy for the study of subjectivity in social movements. It is a discussion group proposal that is based on theoretical and epistemological bases of the articulated reconstruction and the Zemelman theory. The discussion group was applied with a youth collective that calls itself “anarcho-punk” from the city of Aguascalientes, Mexico. Three constituent elements of social subjectivity were explored: needs, experience and utopia. The discussion group helped the collective to systematize their knowledge about social problems, visualize their potential for action and the political landscape that they face, so they can build viable projects that help them reach their goals. A connection was found between youth cultures and the so-called new social movements.
Keywords: qualitative analysis, case studies, youth movements, social movements.
IntroduccIón
En el presente texto se expone el diseño y la aplicación de un grupo de discusión como técnica de investigación que permite estudiar la subjetividad de los movimientos sociales, para lo que se recuperaron las bases epistemológicas y metodológicas de la reconstrucción articulada (Zemelman, 1987) y la teoría zemelmiana de la subjetividad social (Zemelman, 2000). La aplicación del grupo de discusión se realizó con un colectivo juvenil que se autodenomina “anarco-punk” de la ciudad de Aguascalientes, México, sobre el que se guarda el anonimato a petición de sus integrantes.
Los grupos de discusión se definen como cualquier debate de grupo en donde el investigador estimule activamente la interacción del grupo y esté atento a ella (Barbour, 2013), cuyo objetivo principal es buscar consensos y disensos en torno a un tema, esto es, el investigador no solo debe fungir como moderador sino que debe encargarse del desarrollo de una guía temática y seleccionar material de estímulo que fomente el debate (al que se denomina como detonadores) (Chávez Méndez, 2001). Son un espacio privilegiado para la reconstrucción de la subjetividad social, ya que permiten contrastar puntos de vista, complementar las vivencias y hacerlas colectivas, indagar sobre los significados que se le atribuyen a los eventos y a las relaciones, así como poner en común sus sentires, además, son óptimos para el estudio de fenómenos de significación de la vida cotidiana porque permiten “acceder a perspectivas sobre temas a los que los participantes pueden haber prestado antes poca consideración” (Barbour, 2013, p. 54), en el sentido de hacer lo familiar extraño.
La propuesta metodológica de Hugo Zemelman adquiere el nombre de la reconstrucción articulada, la cual se desarrolla en el siguiente apartado.
Para guiar la investigación sobre la constitución de la subjetividad social, se recupera en el tridente que plantea Zemelman (2000) entre necesidades, experiencia y visión de futuro en una realidad concreta histórica, espacial y temporalmente determinada, las cuales están en una relación dialéctica y mutuamente influyente: “Es decir, la subjetividad social constituyente consiste en una determinada articulación de tiempos y de espacios, que es histórico-cultural por cuanto alude a la creación de necesidades especificadas en momentos y lugares diversos; por lo mismo se refiere al surgimiento de sentidos de futuro” (Zemelman, 1997, p. 24).
La agrupación que se estudió a través del grupo de discusión tiene características particulares: primero, se trata de un colectivo juvenil, a los que Reguillo (2000) define como una reunión de jóvenes con cierta organización cuyo sentido está dado por un proyecto o actividad compartida y que puede involucrar el sentido identitario; segundo, forman parte de una cultura juvenil, entendidas como formas en que “los jóvenes expresan sus prácticas y experiencias sociales mediante la (re)producción de estilos de vida diferenciados sobre todo en el campo del tiempo libre y de los espacios intersticiales en la vida institucional” (Feixa y Nofre, 2012) o, de manera sintética, como microsociedades juveniles; tercero, se autodenominan como “anarco-punks”, esto es, que se consideran punks, que es una vertiente musical derivada del rock que se inició a mediados de la década de 1970 en Inglaterra, pero también anarquistas, ya que proponen “una sociedad civil autoorganizada, sin partidos y federada… [donde] cada quien sea dueño de su propia vida y, por otro lado, que cada ser humano se desarrolle en libertad” (Reguillo Cruz, 2012); y tienen las características de lo que se denominó como nuevos movimientos sociales, ya que no parten de una composición de clase social, se organizan en torno a demandas de reconocimiento social y de afirmación de la identidad y no por la búsqueda del poder y que suelen ser más defensivos que ofensivos (Reguillo Cruz, 2000).
A continuación, se expone el apartado metodológico en el que se presenta la construcción del grupo de discusión como estrategia para el estudio de la subjetividad en los movimientos sociales, para después exponer los resultados de su aplicación en el caso de un colectivo juvenil.
Metodología
En este apartado se explicitan los fundamentos epistemológicos, metodológicos y teóricos en los que yace la presente propuesta de grupo de discusión.
Base epistémico-metodológica: la reconstrucción articulada
La reconstrucción articulada (Zemelman, 1987) se trata de una perspectiva que desarrolla los aspectos metodológicos y epistemológicos de la filosofía de la praxis (Marx, 1970) y el método de la economía política (Marx, 1971), con el objetivo de realizar una contribución al estudio del presente. Ofrece una noción de realidad, plantea una teoría del conocimiento, da a conocer un método y presenta una caracterización de las leyes y del uso de la teoría, los cuales se presentan de forma sintética en la Tabla 1.
Tabla 1. Reconstrucción articulada
Fuente: elaboración propia a partir de Zemelman (1987, 2000).
La reconstrucción articulada propone sortear la explicación nomotética mediante la determinación de lo no determinado en función de su inclusión en una totalidad articulada, esto es, “... no basar la realidad en la explicación, sino en la construcción del objeto articulado” (Zemelman, 1987, p. 98), es decir, se trata de una propuesta epistémico-metodológica para el estudio del presente que parte de tres supuestos sobre la realidad: a) el movimiento, b) la articulación de proceso y, c) la direccionalidad.
Primer supuesto. El movimiento en el espacio y en el tiempo significa no consistencia de los procesos y que la realidad puede ser analizada como articulación de procesos de ritmos de cambio temporales y espaciales diversos.
•Atendiendo al tiempo se puede distinguir entre procesos a largo plazo (estructurales) o de corto plazo (coyunturales).
•Atendiendo al espacio, entre procesos microsociales o macrosociales.
•Atendiendo la exigencia de captación de tendencias los procesos pueden ser: conceptos de resultado, que simplemente reflejan situaciones ya dadas, o conceptos de proceso, que reflejan lo dado y lo dándose.
Este supuesto permite plantear una metodología que no implique el uso deductivo de la teoría: impone un cuestionamiento conceptual permanente, su rearticulación en búsqueda de lo específico y la determinación de jerarquías y relaciones no necesariamente contempladas por la teoría general.
Segundo supuesto. Considerar la realidad como articulación de procesos. La categoría epistemológica que respalda este supuesto es la de totalidad concreta, el cual implica la idea que en la realidad no se dan procesos aislados, sino que entre ellos hay relaciones necesarias de que hay que descubrir. La historia del conocimiento ha clasificado los procesos sociales en áreas temáticas (económicas, políticas, etc.) a las que habrá que encontrar puntos de articulación. A cada área temática habrá que describirla y establecer las relaciones entre conceptos de dicha área y entre áreas. Articulación implica metodológicamente:
•Búsqueda de áreas de la realidad pertinentes al problema y de los conceptos ordenadores de cada una de estas áreas.
•Para luego buscar las relaciones posibles y articulaciones conceptuales.
Tercer supuesto. El de direccionalidad, es decir, que el tiempo presente implica la definición del espacio donde los sujetos pueden accionar con viabilidad, siendo articulación entre objetivo y subjetivo. La dirección no es unívoca pero sí con tendencia a una determinada trayectoria, definible en el presente pero variable en el futuro ya que la historia es vista como articulación de coyunturas (espacios relativamente abiertos a la acción de los sujetos). Direccionalidad implica:
•Definir las opciones para los sujetos.
•En el tiempo presente, no se trata de explicar el hecho acaecido sino de definir los posibles desarrollos.
Estas exigencias de razonamiento basadas en el concepto de realidad propuesto permiten hacer una propuesta de método de reconstrucción del espacio de lo posible en el tiempo presente.
Buscando consistencia entre método y teoría se acudió al propio Hugo Zemelman y su planteamiento sobre la subjetividad social como sustento teórico del grupo de discusión.
Sustento teórico: subjetividad social constituyente
El problema que se desea investigar con el taller de discusión grupal que aquí se está diseñando es la subjetividad social de los movimientos sociales. Los puntos a tratar en el instrumento fueron diseñados en base al análisis que plantea Zemelman (1987, 2000) sobre la constitución de la subjetividad social y las identidades colectivas, quien plantea una relación dialéctica entre necesidades, experiencia y visión de futuro en una realidad concreta histórica, espacial y temporalmente determinada:
Es decir, la subjetividad social constituyente consiste en una determinada articulación de tiempos y de espacios, que es histórico-cultural por cuanto alude a la creación de necesidades especificadas en momentos y lugares diversos; por lo mismo se refiere al surgimiento de sentidos de futuro (Zemelman, 2000, p. 24).
Necesidades, experiencia y utopía serán los conceptos ordenadores para estudiar la subjetividad, evitando presuponer cualquier relación teórica y dándole prioridad al papel heurístico ante la realidad concreta. Desde la teoría zemelmiana, tales conceptos habrán de ser entendidos de la siguiente manera:
•La necesidad representa la relación entre lo micro-cotidiano-individual con su contexto, el cual sirve no solo de escenario, sino de espacio para la acción.
•La experiencia es la decantación o depuración, como vivencia, de una ruta que, desde la realidad presente, puede abrirse hacia otras trayectorias, o bien repetir los mismos caminos en función de una idea de presente atrapada en el pasado.
•La visión a futuro o utopía es una referencia a un ámbito de realidad de vida posible que tiene una discontinuidad respecto de la realidad cotidiana y sirve de guía para la acción.
En suma, la relación entre las tres (Figura 1) es forjadora de subjetividades sociales, y la gran relevancia del estudio de la subjetividad y la identidad radica en que ahí se encuentra contenida la potencialidad y orientación para la acción de los sujetos.
Figura 1. Dialéctica de la subjetividad
Fuente: elaboración propia.
De esta forma se podrá explorar el potencial “transformador” del colectivo y que ellos delineen proyectos con base en un análisis más sistematizado tomando en cuenta sus cualidades y limitaciones.
Organizar el análisis de la realidad desde la óptica de los sujetos sociales “significa reemplazar el análisis de las estructuras (fundado en el presupuesto de una regularidad social que rige a la historia en cierta dirección) por un análisis basado en la dialéctica presente-futuro; pero concebido este último desde el proceso de su historización a través de las prácticas constructoras de los sujetos” (Zemelman, 2000, p. 29). La consciencia, entendida como la visión del propio ser social y de sus horizontes de acciones posibles, transforma al ser histórico en sujeto, se cambia la idea de historia transformada por voluntad de acción. De esta forma la teoría del sujeto se transforma en la teoría de la subjetividad constituyente.
Desde esta perspectiva teórica y epistemológica, la realidad no es solo lo dado, es también lo dándose y lo potencial, por ello la importancia del estudio de la subjetividad. El propio Zemelman (2000) plantea un esquema de análisis fundado en la idea de niveles de la realidad que están articulados entre sí, reconociendo sus especificidades siguiendo la línea orientadora de la subjetividad constituyente.
I. Subjetividad individual en lo grupal.
II. Experiencia grupal.
III. Niveles de nucleamiento de lo colectivo.
IV. Apropiación del contexto.
V. Espacios de nuevas experiencias.
VI. Utopía a visión del futuro.
VII. Transformación de la utopía en proyecto viable.
Cuando el individuo se involucra en un nucleamiento social se da el paso entre el nivel I al II. Dependiendo de la relación (estrecha o tenue) de entre lo individual y lo grupal existirán niveles de nucleamiento de lo colectivo (nivel III). El individuo al ser partícipe de procesos colectivos de construcción de subjetividad incorpora nuevos contenidos y una diferente forma de apropiarse del contexto que enmarca su experiencia (nivel IV). Apropiarse del contexto de forma colectiva abre la posibilidad al individuo de nuevos espacios de experiencias posibles (nivel V). Hay una estrecha relación entre los niveles VI y VII, colectivamente se crea la necesidad de un futuro y con ello la necesidad de apropiárselo.
La anterior articulación entre niveles será retomada para el diseño del grupo de discusión; sin embargo, existe un problema práctico para retomar estos niveles como puntos de discusión en la discusión grupal, que son los referentes a la relación entre lo individual y lo colectivo, por lo que se adaptarán y modificarán algunos de estos puntos para centrar la atención en la experiencia grupal, mientas que lo individual se recuperará con un cuestionario personal.
Esta fundamentación teórica funge como guía de observación y orienta el grupo de discusión como se presenta en el siguiente subapartado.
Diseño del grupo de discusión
El grupo de discusión se divide en seis puntos a tratar y discutir grupalmente que fungen como detonadores, por medio de los cuales el colectivo clarificará sus expectativas, vislumbrará desde su punto de vista la correlación de fuerzas a las que se enfrenta su proyecto político-social, y de esta manera construirá un proyecto de acción basado tanto en sus propios valores como en su visión del mundo. Los puntos incluidos son: a) utopía y visión a futuro, b) necesidades cotidianas, c) construir un horizonte histórico, d) rememorar y evaluar las experiencias y proyectos, e) evaluar opciones y buscar espacios de nuevas experiencias y, f) transformación de la utopía en proyecto viable. Como ya se mencionó, la mayoría de los puntos tratados están basados en la propuesta de Zemelman sobre subjetividad social, pero también se retomaron importantes aportaciones de Enrique de la Garza (1989, 2006) sobre el tema.
a) Utopía y visión a futuro
La utopía cumple la función de orientar la construcción de opciones, proyectos y prácticas. La visión utópica corresponde con la ruptura del orden social existente como forma cultural permanente. La realidad del actor consiste en su propia capacidad de transformarse en proyecto, esto es, de convertir su utopía en historia. Zemelman (2000) incita a no hacer de la utopía un mito, y agrega que es necesario estar dispuestos a discutirla racionalmente. Actividades:
•Que el grupo exprese su utopía para tomarla como referencia y que sirva de orientación de las demás etapas del análisis: de las necesidades, las experiencias, las prácticas, la viabilidad, la potencialidad, el horizonte histórico y localizar la hegemonía y el bloque histórico subalterno.
•Que el grupo exprese su mundo ideal.
b) Necesidades cotidianas
Como se ha mencionado, las necesidades gestadas y reproducidas en la cotidianidad contextualizan a los sujetos, los condicionan, pero al mismo tiempo dan cuenta de espacios de acción y potencialidades transformadoras. Actividades:
•Antes o después del grupo de discusión, aplicar un breve cuestionario sobre los datos censales de los integrantes del grupo.
•Ya en la entrevista, localizar las necesidades grupales y jerarquizarlas, también como cultura juvenil y como movimiento social.
•Localizar las necesidades que el capitalismo genera y satisface.
c) Construir un horizonte histórico
Para este punto se tomó como referencia la noción de voluntad objetiva de Gramsci recuperado indirectamente a través de Garza Toledo (1989), quien nos dice que se trata de una voluntad consciente del grupo sobre la situación histórica en la que se desenvuelve y de sus posibilidades de acción para transformar la realidad, conocimiento sobre el fin que se desea, noción exacta y concisa de la propia fuerza propia y de los medios o métodos para desarrollar la acción. Actividades:
•Articular las fuerzas que actúan como hegemonía.
•Articular las fuerzas que actúan como subalternas.
•Primero nacional, luego local y si es posible, mundial.
•Situar al grupo en el horizonte histórico.
•Analizar las opciones viables para darle curso a un proyecto viable.
•Pensar histórico: pensar el presente desde el futuro y el futuro desde el presente. Evaluar en términos de ideología, de voluntad, teóricamente y emocionalmente la manera en que se debe enfrentar cotidiana e históricamente con la realidad. (Dividir en cotidiano e histórico el análisis).
•Ahora sí, plantear un proyecto y las prácticas que serán necesarias para llegar a él.
•Evaluar el proyecto en términos de disposición y voluntad de parte de los mismos miembros del grupo.
•Hacer una crítica de la viabilidad del proyecto y si el grupo tiene la potencialidad para alcanzarlo.
d) Rememorar y evaluar las experiencias y proyectos
Aquí se busca encontrar una síntesis entre práctica y reflexión sobre ella en el grupo analizado, esto es, dar cuenta de la existencia o no de una praxis revolucionaria, y en caso de que ella no exista, dar pie a su formación:
El centro del cambio social no son la consciencia ni la racionalidad detrás de las acciones, sino las acciones mismas –que no niegan la distinción entre consciencia y ser social ni entre sujeto y objeto social, pero tampoco los independiza, sino que los sintetiza dialécticamente en la praxis–; así la revolución se concretiza en la praxis revolucionaria más que en la consciencia revolucionaria (Garza Toledo, 1989, p. 44).
La reflexión está orientada al sentido de crítica, la cual consiste en evaluar los contenidos conocidos y experiencias comunes como punto de partida de nuevos contenidos, es decir, revalorar y reevaluar lo aprendido. Actividades:
•Recordar las experiencias y prácticas grupales, y al mismo tiempo evaluarlas y hacer uso de la crítica.
•Evaluar los proyectos y los resultados obtenidos.
•Verificar la viabilidad conforme al horizonte histórico: evaluar si tales prácticas y proyectos contribuyen a alcanzar su utopía.
e) Evaluar opciones y buscar espacios de nuevas experiencias
Al evaluar las opciones de acción es necesario tener consciencia del momento histórico, después de haber efectuado los puntos anteriores, el grupo se encuentra en la posibilidad de visualizar su campo de acción y construir propuestas basado en su potencialidad. Casi nunca se evalúa el futuro desde el presente, solo se hace en abstracto, en este ejercicio se intentará fortalecer el vínculo presente-futuro. Actividades:
f) Transformación de la utopía en proyecto viable
En este punto el grupo debe observar críticamente su visión utópica del mundo para plantear un esbozo de programa que logre acercarlos a ella. Revalorar y criticar la utopía no significa olvidarse de ella o hacer a un lado los ideales, sino buscar metas intermedias que la hagan factible, es decir, que su utopía sea convertida en historia. Actividades:
• Reevaluar la visión de la utopía grupal de la primera parte.
• ¿Cómo la utopía puede transformarse en políticas, leyes o en prácticas autónomas bien estructuradas que contribuyan a alcanzarla?
• Proponer y buscar alternativas para la creación de nuevas instancias de decisión que logren rompimientos de las estructuras de dominación.
• Hacer una crítica de la utopía para transformarla en un proyecto de término medio que permita abrir camino para llegar a ella.
En el siguiente apartado se presenta la aplicación del grupo de discusión a un caso de un colectivo juvenil.
Resultados
El caso de un colectivo “anarco-punk” de la ciudad de Aguascalientes
Durante este apartado se presentan los resultados de una aplicación empírica del grupo de discusión desarrollada en la primera parte del documento. En este caso, se llevó a cabo con un grupo de jóvenes denominado “anarco-punks” de la ciudad de Aguascalientes, México, el cual está conformado por entre 8 y 15 integrantes en diferentes etapas de vida y que tiene, aunque de forma intermitente, diez años de existencia, realizando actividades dentro de los movimientos de izquierda y de la cultura punk aguascalentense.
Una decisión importante que se hubo de tomar fue la de no grabar la entrevista, siendo su principal razón la de favorecer la confianza y evitar sospechas del posible paradero final de la grabación. Para recuperar la información se utilizaron hojas de papel bond en las que el colectivo iba construyendo los puntos a tratar en el grupo de discusión.
Descripción desarticulada
La descripción desarticulada es una fase del método de la reconstrucción articulada, cuya función es llevar a definir puntos de articulación entre las áreas y a especificar relaciones posibles entre los conceptos dados en el caso estudiado. El objetivo de la investigación es la reconstrucción de la subjetividad social de los movimientos sociales, en este caso de un colectivo “anarco-punk”, para lo que se consideran tres ejes principales que integran analíticamente a la subjetividad: las necesidades, la experiencia y la visión a futuro o utopía.
Para comenzar con el análisis de los elementos constitutivos de la subjetividad social, es pertinente identificar tanto el mundo que buscan transformar (la visión del presente), como el mundo que buscan construir (utopía), para clarificar de mejor forma las directrices del pensamiento del colectivo. Para esto se recurre a una caracterización por medio de oposiciones binarias entre lo que sintácticamente denominaremos buen gobierno/mal gobierno para facilitar la exposición (Tabla 2).
Tabla 2. Oposiciones binarias: visión del presente y utopía
Fuente: elaboración propia.
A partir de la definición de las características del aquí denominado buen gobierno, se construyó la caracterización del mal gobierno, que representa la opinión del colectivo sobre el sistema prevaleciente.
Después de explorar las experiencias del colectivo, se pasó a la etapa de reconstruir el horizonte histórico de acción (Tabla 3), en el que distingue a los sujetos sociales de izquierda como aliados o posibles aliados y a las organizaciones de derecha como contrarios.
Tabla 3. Visualización del horizonte histórico
*La “Otra Campaña” es el nombre de una iniciativa política independiente y partidaria de la participación popular impulsada por el EZLN y el movimiento zapatista.
Al revisar el horizonte histórico construido por el colectivo “anarco-punk”, argumentan que tal sistema, “el mal gobierno”, es sostenido por los sujetos situados del lado de la derecha política: el Gobierno, los ricos, los banqueros, las grandes empresas, la Iglesia, los medios masivos de comunicación, el Ejército, etc. a los cuales podemos sintetizar a través del binomio capital-mal gobierno, de ellos valoran que son pocos pero son muy poderosos.
En cambio, ellos se sitúan en la izquierda política y ven como aliados a los “anarco- punks” en general, a algunos intelectuales, a los medios alternativos de comunicación, al Ejército Zapatista de Liberación Nacional, a los comunistas, a otros movimientos sociales, a los indígenas, a las organizaciones populares y a quienes han conformado la “Otra Campaña” del EZLN; ven a quienes forman parte del movimiento de López Obrador como partícipes a base de engaños. En su consideración, afirman que son pocos pero que existen diversos sectores ciudadanos que pudieran estar al lado de la izquierda: los pobres, las empresas familiares, los obreros, los estudiantes y los campesinos.
Por otro lado, la caracterización de su mundo ideal o utopía se puede sintetizar de la siguiente forma: un mundo basado en la tolerancia y el respeto; con una organización económica justa y equitativa, sin explotación, en la que “cada quien reciba lo que se merezca” en relación con su trabajo; con un organismo administrativo que haga las funciones del Estado pero con las características del buen gobierno; que tenga un sistema educativo gratuito que se encuentre basado en los preceptos de tolerancia, respeto y justicia, que a su vez sirva de reproducción de sujetos plenos y libres que mantengan el buen gobierno; que la vida humana se encuentre en equilibrio con la naturaleza y con los animales.
En cuanto a las necesidades, estas (como colectivo) fueron recuperadas a partir de un cuestionario con algunos elementos importantes del contexto individual de los integrantes.
•Son jóvenes de entre 15 y 23 años de edad con un promedio de 18, los cuales viven en su mayoría bajo la tutela de sus padres. Dos terceras partes son hombres y una tercera parte mujeres.
•No se encuentran debajo de la línea de pobreza ya que en su mayoría tienen suficientes recursos como para satisfacer las necesidades básicas, y ellos mismo se consideran como de nivel económico medio.
•Algunos son estudiantes dependientes económicamente de sus padres y ello les da libertad de tiempo para ocuparse de actividades como las que requiere el colectivo.
•Otros son trabajadores con ingresos de entre 2 y 5 salarios mínimos y que en su mayoría no tienen que mantener a una familia ni mantener los gastos económicos de una casa.
Las necesidades que provoca el binomio capital-mal gobierno (Tabla 4) abren, desde su visión del mundo, la posibilidad de acercarse o alcanzar su utopía porque se trata de necesidades básicas e indispensables para el ser humano, ya que ellas crean pobreza y diversas carencias que van en detrimento de los trabajadores, obreros, campesinos, indígenas, estudiantes, etc., quienes a su vez son los que potencialmente pudieran y debieran unirse a la lucha por transformar el orden social existente.
Fuente: elaboración propia.
Es aquí donde su experiencia y sus proyectos colectivos cobran mayor sentido: sus esfuerzos están encaminados a la contrainformación, la cual busca develar las insuficiencias, contradicciones y limitaciones del sistema manejado por el capital- mal gobierno, esto es, a “la gente” se le proporciona una información que no tenía, tratando de que tomen consciencia de su situación y con esto que se unan a los esfuerzos por cambiar el estado de las cosas. Primero, en la Tabla 5 se muestra la información sobre las experiencias grupales.
Tabla 5. Experiencias grupales
Fuente: elaboración propia.
Su experiencia se encuentra aunada a la izquierda en eventos como el 2 de octubre, los aniversarios luctuosos de Zapata y el Che Guevara, en eventos que se hicieron en la ciudad de Aguascalientes contra una iniciativa de toque de queda. Los temas de contrainformación que manejan son consistentes con su ideología: contra la represión e impunidad policiaca y militar, a favor del respeto al medio ambiente, en contra de la discriminación y conmemorando fechas importantes en el calendario de la izquierda nacional como el 2 de octubre[3].
Ven en el respeto y la tolerancia a las diversas formas de ser y de pensar como un medio por el que guían sus actividades, así como un fin sobre el cual debe estar fincado el anhelado buen gobierno. Por ello mismo no ven a los medios violentos o “acciones directas” como posibilidades viables de acción ya que atentan contra los preceptos básicos de su idiosincrasia.
Después de haber revisado la forma en que se articulan entre sí, las necesidades, la experiencia, la utopía y el horizonte político del colectivo, es decir, lo dado de lo real, el cómo se configura la subjetividad social del grupo analizado, solo queda por visualizar lo dándose, la potencialidad y direccionalidad contenida en el colectivo “anarco-punk”.
El grupo tiene proyectos en búsqueda de la transformación social en contra del binomio capital-mal gobierno que se mueven en el ámbito de lo microsocial, o de lo local, pero con miras a integrarse a través de redes a un terreno macrosocial o estructural.
En la Tabla 6 se presenta la sistematización de las opciones de acción y proyectos viables identificados por el colectivo.
Tabla 6. Opciones de acción y proyectos
Fuente: elaboración propia.
A nivel individual seguirán intentando transformar las relaciones interpersonales basadas en el respeto y la tolerancia, procurando tender puentes con más personas para que ellas se vinculen a la lucha social. Como colectivo se seguirá trabajando el tema de la contrainformación y se continuarán los proyectos como los performances al aire libre, las marchas, las tocadas y se impulsarán trabajos como fanzines y páginas de Internet. Como sujetos insertos en las pugnas políticas estructurales intentarán articular sus esfuerzos con otros grupos, tanto de otras culturas alternativas como con otros involucrados en la izquierda local y nacional. Aunque estos esfuerzos son menos inmediatos, ya que no ven que el panorama político les favorezca hasta que los pobres y marginados se unan a su lucha social.
Una vez realizada la descripción desarticulada de la subjetividad social del colectivo y después de haber explorado los puntos de articulación entre los conceptos, sigue la fase final de la investigación: la reconstrucción articulada.
A lo largo de este apartado se desarrollará la reconstrucción articulada de los elementos constitutivos de la subjetividad del colectivo “anarco-punk”, esto es, se buscará la forma en que se articulan los temas que se han trabajado hasta ahora por separado: el horizonte histórico, la visión utópica del mundo, la experiencia y los proyectos colectivos.
Se comenzará esté análisis a partir de su visión del presente: su concepción del actual estado de cosas, del status quo, se divisa como negativo y en oposición a su utopía, al que hemos denominado como “mal gobierno”, esta categoría ha sido construida, en parte, semióticamente por oposición binaria a su ideal que aquí llamamos “buen gobierno” y, por otra parte, por las necesidades que en su consideración el primero no sacia (Tabla 7).
Tabla 7. Síntesis: contexto y utopía
Fuente: elaboración propia.
Este “mal gobierno” provoca necesidades como las que observamos en la tabla anterior, de vivienda, de alimentación, etc., que son vitales para el ser humano, pero al mismo tiempo genera otras como la moda, la comida chatarra, las drogas o los artículos de lujo, por ejemplo. Tal combinación de necesidades generadas y provocadas por el sistema afecta a dos grupos en forma dicotómica: a los ricos les beneficia y a los pobres les afecta.
•Los ricos al recibir beneficios del funcionamiento del “mal gobierno” tienden a unirse o ya forman parte de la derecha, entre los que se encuentran el propio Gobierno, los banqueros, todos los partidos políticos, el Ejército y la Iglesia. Aunque no lo mencionan explícitamente en el discurso, se caracteriza a estos grupos como aquellos que buscan la conservación del estado de cosas.
•Por otro lado, las razones a las que atribuyen el hecho de que los pobres, aunque se ven afectados por el funcionamiento del estado de cosas, no se le enfrenten o busquen cambiarlo, es porque se encuentran dominados y manipulados por el binomio capital-mal gobierno, por lo que contribuyen a mantener el sistema.
Como se muestra en la Figura 2, el colectivo percibe el funcionamiento del sistema como retroalimentado por sí mismo, simulando un proceso de autopoiesis que solo conserva al mal gobierno en beneficio de los actores sociales situados en la derecha política.
Figura 2. Horizonte histórico
Fuente: elaboración propia.
La configuración que realizaron de su horizonte histórico está planteada en términos generales y abstractos, que hace referencia a instituciones y no a sujetos concretos, sin embargo, aunque simplificadamente, tal es la manera en que el colectivo percibe, entiende y valora su realidad y el contexto del que forman parte, es en este punto donde su acción social y proyectos colectivos cobran sentido, donde se da el relevante vínculo entre subjetividad y acción (Figura 3): si los pobres son afectados por el mal gobierno, pero al mismo tiempo son manipulados por él para que sean parte y no busquen cambiarlo, es donde ellos entran en acción (con marchas, performances, bazucadas, fanzines, conciertos) buscando poner en práctica la contrainformación, o en sus propias palabras, “transmitirle a la gente una información que no tenía”. Los temas que manejan en sus diversas formas de expresión atacan partes del mal gobierno (como la represión, la discriminación y el daño al medio ambiente) pero no develan el funcionamiento de este. Al mismo tiempo, y junto a la contrainformación, buscan tejer redes sociales tanto a nivel individual (con las personas que los rodean) como a nivel colectivo (principalmente con grupos de izquierda más que con la sociedad civil).
Fuente: elaboración propia.
A continuación, el colectivo revisa las opciones de acción y proyectos viables que van de lo individual a lo estructural. Estos proyectos continúan con la contrainformación poniendo mayor énfasis a tejer redes sociales con otros grupos como colonos y otras culturas juveniles.
De esta forma, buscando la conexión entre la acción social y utopía, se presenta una proyección de lo que, de manera ideal, se desea que suceda con sus prácticas colectivas, aunque ellos mismos son conscientes de la gran dificultad que representa. Se desea que con la contrainformación que recibe, “la gente”, de la que se piensa que forma parte la izquierda y abandera la misma lucha, se dé cuenta de la dominación, la manipulación y las insuficiencias del sistema para que, ya sea que se unan a la izquierda, o bien, que directamente la gente se organice espontáneamente Figura 4).
Figura 4. Proyección de la utopía
Fuente: elaboración propia.
Aquí, el salto entre pueblo organizado y buen gobierno solo puede ser completado por oposición a “la conservación del mal gobierno”, es decir, transformarlo para instaurar un utópico buen gobierno con las características ya mencionadas.
De esta manera, se llega al final de la reconstrucción articulada (Figura 5), encontrándose relaciones no predeterminadas entre los conceptos ordenadores: la visión del presente, en la que se combinan componentes del horizonte histórico y las necesidades, lo que lleva al colectivo a actuar buscando transformar el estado de las cosas; su experiencia y proyectos están encaminados a romper con el estado actual de las cosas procurando alcanzar una lejana utopía, nombrada en esta investigación como “buen gobierno”.
Figura 5. Reconstrucción articulada
Fuente: elaboración propia.
Para finalizar este apartado, se procederá a analizar críticamente la subjetividad de la agrupación como proyecto de transformación social. El problema que se puede percibir se encuentra sintetizado en la Figura 6.
Figura 6. Síntesis de la subjetividad del colectivo “anarco-punk”
Fuente: elaboración propia.
La dificultad principal radica en que las prácticas se realizan en un contexto microsocial (a corto plazo y en un contexto local), mientras su visión del presente y su visión del futuro apuntan a lo macrosocial (a largo plazo y en un contexto nacional y mundial). De allí la necesidad de plantear proyectos viables que ayuden a acercar sus acciones sociales a la consecución de sus objetivos, a sabiendas de la dificultad que ello representa.
Conclusiones
El grupo de discusión diseñado con fundamentos epistémicos y teóricos puede dar fructíferos resultados en la búsqueda de conocer, describir y analizar tanto subjetividades, voluntades y proyectos de acción de los movimientos sociales: ahorra tiempo, promueve el diálogo y la negociación entre los partícipes, genera paradigmas y acuerdos, en ella se recolectan diversos puntos de vista y se visualiza de mejor manera la direccionalidad contenida en el grupo entrevistado.
Se confirmó la afinidad que Barbour (2013) plantea, entre los grupos de discusión con la investigación-acción-participativa, ya que “es posible utilizar los grupos de discusión simultáneamente como una herramienta de recogida de datos y una intervención” (p. 48), debido a que “el rol esencial de los investigadores en la investigación dialógica es facilitar la producción de conocimiento para y por los sujetos” (p. 30).
Los cimientos teóricos de Zemelman (1987, 2000) sobre la subjetividad social aunados con los de Garza Toledo (1989) sobre la acción colectiva, nos permiten reconstruir la realidad social de grupos sociales, tanto lo dado, como lo dándose. No obstante, en la aplicación empírica del instrumento se encontraron las siguientes consideraciones:
•Las uniones entre las necesidades, la experiencia y la utopía no son tan nítidas como se plantearon en la reconstrucción articulada.
•Las ideas se encuentran en forma de bricolaje conformando la subjetividad, pero no se encuentran así de claramente articuladas.
•La articulación es producto de la labor teórico-expositiva de la investigación.
•Sin embargo, como objeto teórico sirve para dar cuenta de la subjetividad social de los movimientos sociales organizados.
Después del análisis de la información, se concertó una reunión con el colectivo “anarco-punk” para presentarle los resultados de la investigación, en donde no solo sus integrantes validaron el contenido de lo aquí expresado, sino que comentaron que “eso era lo que necesitaban”, esto es, sintetizar, sistematizar y organizar sus saberes, prácticas y expectativas, para orientar de mejor manera sus esfuerzos de acuerdo a sus objetivos. Esta reunión, si bien fue informal, porque no fue grabada, sirvió como culminación del proceso de investigación desde la perspectiva zemelmiana, porque coadyuvó a que los sujetos de estudio reflexionen sobre su acción, sobre el horizonte histórico en el que están insertados y a que, desde su perspectiva, planteen proyectos viables que les ayuden a alcanzar sus metas.
Si cabe un comentario crítico sobre la consistencia entre necesidades, acciones y utopía del colectivo, sería que requieren pensar sobre la efectividad de la contrainformación como, prácticamente, su único medio de lucha político-social para alcanzar metas ambiciosas como son la salud, la educación y el trabajo digno para todos.
A manera de conclusión general del ejercicio, se observa, en este caso empírico, la manera en la que en grupos y colectivos inmersos en la cultura “anarco-punk” se da un salto entre las denominadas culturas juveniles (Feixa y Nofre, 2012; Marcial, 1997; Reguillo Cruz, 2000, 2012) y los nuevos movimientos sociales de los que habla Touraine (1997), ya que no buscan el poder; defienden y practican la tolerancia y el respeto; y se posicionan como agrupaciones en contra de la injusticia y la represión. Constituyendo este caso una objeción empírica contra los planteamientos de Costa, Pérez Tornero y Tropea (1996), en el que se caracteriza, generalizando, a las culturas juveniles y en especial a la punk y a la skinhead como esencialmente violentas y destructivas; también, en que se diferencian de una parte de la juventud contemporánea en que sus principales prácticas no están mediadas por las tecnologías de la información y la comunicación (García Canclini, Cruces, y Urteaga Castro Pozo, 2012; Morduchowicz, 2013).
Referencias
Barbour, R. (2013). Los grupos de discusión en investigación cualitativa (1a. ed.). Madrid, España: Ediciones Morata.
Chávez Méndez, M. G. (2001). Reflexión metodológica sobre la técnica del grupo de discusión en relación al discurso social común sobre construido por niños, jóvenes, adultos y adultos de la tercera edad en Colima. Universidad de Colima, México.
Costa, P.-O., Pérez Tornero, J. M. y Tropea, F. (1996). Tribus urbanas: el ansia de identidad juvenil entre el culto a la imagen y la autoafirmación a través de la violencia. Barcelona, España: Paidós.
De la Garza Toledo, E. (1989). Un paradigma para el análisis de la clase obrera. México
D. F., México: Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa, División de Ciencias Sociales y Humanidades.
De la Garza Toledo, E. (2006). Tratado latinoamericano de sociología (1a. ed.). Barcelona, España: Anthropos.
Feixa, C. y Nofre, J. (2012). Culturas juveniles. Sociopedia.isa. https://doi.rg/10.1177/205684601291
García Canclini, N., Cruces, F., y Urteaga Castro Pozo, M. (2012). Jóvenes, culturas urbanas y redes digitales: prácticas emergentes en las artes, las editoriales y la música. Barcelona, España: Fundación Telefónica.
Marcial, R. (1997). Jóvenes y presencia colectiva: introducción al estudio de las culturas juveniles del siglo XX. Zapopan, México: El Colegio de Jalisco.
Marx, K. (1970). Tesis sobre Feuerbach y otros escritos filosóficos. México D. F., México: Grijalbo.
Marx, K. (1971). Elementos fundamentales para la crítica de la economía política: (borrador) 1857-1858. Buenos Aires, Argentina: Siglo Veintiuno Editores.
Morduchowicz, R. (2013). Los adolescentes del siglo XXI. Los consumos culturales en un mundo de pantallas. Buenos Aires, Argentina: Fondo de Cultura Económica.
Reguillo Cruz, R. (2000). Emergencia de cultura juveniles. Estrategias del desencanto. Buenos Aires, Argentina: Grupo Editorial Norma.
Reguillo Cruz, R. (2012). Culturas juveniles: formas políticas del desencanto. Avellaneda, Argentina: Siglo Veintiuno Editores.
Touraine, A. (1997). ¿Podremos vivir juntos? iguales y diferentes. México D. F., México: Fondo de Cultura Económica.
Zemelman, H. (1987). Uso crítico de la teoría: en torno en las funciones analíticas de la totalidad. México D. F., México: Universidad de las Naciones Unidas, El Colegio de México. DOI: https://doi.org/10.2307/j.ctv26d982
Zemelman, H. (2000). Subjetividad, umbrales del pensamiento social. En E. León y H. Zemelman (Eds.). Barcelona, España: Anthropos.
[1] Este artículo es un producto de investigación realizado en el marco de una asignatura del Doctorado en Estudios Socioculturales de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, México.
[2] Maestro en Investigación Educativa, docente investigador asociado del Departamento de Sociología y Antropología de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, México. Correo electrónico: [email protected]
[3] El 2 de octubre de 1968 se perpetró la masacre de Tlatelolco en la Plaza de las Tres Culturas en la sección de Tlatelolco de la ciudad de México.
Licencia
Los autores mantienen los derechos sobre los artículos y por tanto son libres de compartir, copiar, distribuir, ejecutar y comunicar públicamente la obra bajo las condiciones siguientes:
Reconocer los créditos de la obra de la manera especificada por el autor o el licenciante (pero no de una manera que sugiera que tiene su apoyo o que apoyan el uso que hace de su obra).
Campos en ciencias sociales está bajo una licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional (CC BY-NC-SA 4.0)
La Universidad Santo Tomás conserva los derechos patrimoniales (copyright) de las obras publicadas, y favorece y permite la reutilización de las mismas bajo la licencia anteriormente mencionada.