Tres de julio, otra vez

Resumen (es)

Tres de Julio. Desperté. seis de la mañana. El rechinante sonido del reloj despertador¹ me ha arrebatado de los brazos de Morfeo. Escucho la lluvia, será un día frío, infiero. Salgo de mis cobijas y aún somnolienta busco las chancletas², el aroma del café caliente ha llegado hasta mi habitación gracias a esa magnífica cafetera programable³ que compré hace un par de semanas. Si, lo sé, el café me produce dolor de cabeza. ¡Ni lo digas! Me parece oír ese sermón respecto a la salud y los buenos hábitos, pero creo que debo mi necedad a esa frenética de necesidad de recordar tu voz.